Prácticamente toda mi vida he estado aprendiendo algún idioma extranjero (más o menos activamente, según la época), pero durante los últimos 8 años había dejado de hacerlo por varios motivos.
Y en este 2023 me decido a aprender desde cero el francés. ¡¡YUPI!!
Todo un reto.
Toda una aventura.
Toda una ilusión.
PRIMERAS REFLEXIONES
Las preguntas que me rondaban la cabeza antes de empezar eran varias:
- ¿Aprender de manera autodidacta o contratar a un/a profe de francés?
- ¿Profe nativo/a o español? ¿Profe de pronunciación?
- ¿Cuánto tiempo podría dedicarle a la semana y a cada nivel?
- ¿Qué pequeños retos me iría planteando para avanzar pero sin estrés?
Lo primero que quería tener claro era para qué quería aprender francés.
Respuesta:
- Por gusto.
- Para usarlo y practicarlo al viajar a Francia.
- Y porque quería experimentar el aprendizaje correcto (con todo lo aprendido en mi vida profesional) de un nuevo idioma.
Con este primer objetivo en mente y bien claro, decidí comenzar de manera autodidacta y dejar para más adelante la ayuda de un/a profesional.
¿La razón?
Quiero aprender el francés bien,
como me gustaría haber aprendido los otros 5 idiomas que aprendí,
como a mis estudiantes les hubiera gustado aprender español desde el inicio.
Y voy a hacerlo sola hasta que vea que ya no pueda avanzar sin ayuda.
PRIMEROS OBJETIVOS Y PRÁCTICAS
Mi primer objetivo y reto de práctica es pasar 60 horas escuchando el francés y entendiendo el sistema fonológico. 60 horas es lo mínimo que recomienda el Método Verbo-tonal, no sé si finalmente haré más o menos, pero voy a evitar lo posible la palabra escrita para no confundirme. Y evitaré totalmente el aprendizaje del vocabulario y gramática, sobre todo de la gramática.
Me propongo una rutina realista dadas las circunstancias vitales, y no me queda más que 1 hora semanal (poco más) para dedicarle al francés. Aun así, decido comenzar.
Hace años hubiera decidido empezar estudiando 1 día a la semana, 1 hora. Pero con la experiencia he aprendido que eso no funciona, pasarían las semanas y siempre postergaría el día en el que dedicar 1 HORA de mi ajetreada agenda a pausarlo todo y dedicarme a aprender francés.
¡Bendita experiencia!
Comienzo la práctica buscando 30 minutos 2 veces a la semana (cada domingo me siento frente a mi agenda y lo anoto para que me salte una alarma), y así estoy unas 3 semanas. Pero pronto me doy cuenta de que no me funciona como me gustaría. Decido cambiar la práctica a unos 15 minutos diarios (de lunes a viernes). Lo marco en mi calendario cada día a las 7 de la mañana y cada día lo ubico en un ratito diferente del día según mi disponibilidad. Si un día no lo logro hacer (a veces pasa), intento hacer un poco más al día siguiente.
Esta práctica me funciona genial hasta el día de hoy.
Las primeras 4-5 semanas pongo el foco en la base de articulación (cómo se mueve la boca de las personas que escucho y el tipo de sonidos) y en la prosodia. Me doy cuenta de que la boca (labios) están más cerrados-redondeados que en español y que se activa más la parte atrasada de la lengua que en español. ¡Tengo que cambiar mi postura bucal al hablar el francés! (preveo agujetas futuras).
Encuentro una artista que me gusta y una canción que me encanta. Y me propongo saber cantar perfectamente lo mejor posible el estribillo y alguna frase suelta de la canción para el verano. Encuentro un vídeo de la canción con la traducción al español, y me gusta todavía más la canción. Encuentro también un concierto de la cantante en mi ciudad para agosto. ¡Me muero de motivación y alegría!
Busco un podcast de cuentos para niños/as y canciones infantiles. Me cuesta encontrar una canción infantil que me llame lo suficiente para practicar, pero ya tengo los cuentos; me gusta ese “contar pausado”.
Un estudiante me recomienda el canal de Youtube de Easy French, me gustan de primeras, y lo añado a mis marcadores de Français.
PRIMEROS ERRRORES Y FRUSTRACIONES
Me viene a la mente “Duolinguo” y alguna recomendación pasada de estudiantes y amigos/as. Lo descargo y pienso:
“Voy a aprovechar esta herramienta, fijándome exclusivamente en el audio, sin leer”.
Pruebo 4 días, “firmo” el reto de la práctica diaria. Y hablando sobre mi aprendizaje con una persona que sabe francés, le digo una mini-frase en francés y me dice:
“Mal, esa “e” no se pronuncia así en francés”.
¡Ostras! Es que lo acababa de decir tal cual en español porque recordaba perfectamente cómo se escribía la frase.
Mi español me juega malas pasadas.
Y mi cerebro, también.
Aunque no me quiera fijar, me fijo. Es así. Todavía es demasiado pronto para esto.
Siguiente acción => elimino Duolinguo de mi móvil.
PRIMEROS DESCUBRIMIENTOS
La variedad de vocales es BRUTAL y estoy muy tentada a profundizar en esto, pero me contengo las ganas por el momento.
Me concentro en el RITMO, cómo los grupos son agudos en cuanto a la sílaba tónica y las palabras, también. Y dobles sílabas tónicas puntualmente. Esto se corresponde con los errores de pronunciación del español de mis estudiantes francófonos.
¡¡Hay uniones en francés!! ¡¡Toma ya!! (Fuegos artificiales tipo Las fallas de Valencia)
La de veces que he enseñado las uniones a mis estudiantes de habla francesa porque no las hacían al hablar. Y las tienen igual en francés. ¡Increíble!
¿Te das cuenta de cuánta influencia tiene la palabra escrita en la percepción de lo que escuchas? Incluso teniéndolo en su lengua materna igual que en español, estas personas ponen por delante la escritura y leen-hablan tal y como está escrito, es decir, incorrectamente (muchas veces).
Especialmente me alegro de notar las uniones de C+V. ¡Brutal!
También disfruto con la ENTONACIÓN, voy buscando patrones básicos que se repiten, cómo son los mantenidos… y me doy cuenta de que tiende a ser más alta y aguda que la del español. Además de cerrar la boca, tengo la sensación de estar estirándome hacia arriba si intento imitar la prosodia.
Esas sensaciones me gustan
Me paso las siguientes semanas ESCUCHANDO, PAUSANDO y ENTONANDO. Y escuchando la canción (y uno de los discos) de esta artista. Encuentro otras canciones que me gustan. ¡Chachi!
Siento una envidia grande al escuchar a mi hijo mayor cantar el estribillo de esta canción mejor que yo (habiendo escuchado esa canción menos veces que yo). Mi oído está cerrado a nuevas pronunciaciones, el de mi hijo, todavía no.
En los vídeos de Easy French elijo algunos de vocabulario de alimentos, pedir en el restaurante… pero sinceramente, no recuerdo nada del vocabulario. Ahora bien, me sirve mucho para entender cómo se hacen los tonos en las preguntas típicas.
Poco a poco empiezo a ver claros algunos sonidos y ya no puedo dejar de prestarles atención.
MÁS PRÁCTICA e INVESTIGACIÓN
Empiezo a investigar en la red: Análisis comparativos, diccionarios online con transcripción fonética, diccionarios para escuchar las palabras…
Me es muy difícil encontrar contenido de calidad, y veo errores graves incluso en diccionarios de referencia.
Vaya, no solo pasa en español… 🤔
Me empeño en la búsqueda, tiene que haber algo de calidad y lo voy a encontrar.
Ya han pasado 2 meses desde que comencé esta aventura. Intento pronunciar una pequeña frase de la canción que te decía más arriba que llevo escuchando 2 meses, pero no me sale. “Bienvenido” se me resiste. Noto cada uno de los sonidos, entiendo la palabra, pero la escucho, la repito y no suena igual.
¿Qué pasa?
Que no estoy preparada todavía para producir esto.
Necesito más práctica de escucha en general, y de sonidos en particular.
¡Tantas veces les he dicho esto a mis estudiantes!
Me molesta mucho, pero lo asumo.
Veo esta frustración reflejada en diferentes caras de mis estudiantes pasados y presentes.
Sonrío.
El camino es largo, con sus obstáculos.
Pero lo estoy disfrutando MUCHÍSIMO.
Te seguiré contando más de esta aventura en próximas entradas.
====================